Las adivinanzas son dichos populares en verso en los que, de una manera encubierta, se describe algo para que sea adivinado por pasatiempo. Son juegos infantiles de ingenio que tienen como objetivo entretener y divertir a los niños y niñas pero que, además, contribuyen al aprendizaje, la enseñanza de nuevo vocabulario y a la difusión de las tradiciones. En las adivinanzas la poesía, el ingenio y la tradición popular se mezclan para crear un universo de enigmas y retos imaginativos para los niños.
Les invito a escuchar mi Radio online:
Adivinanzas cosas
de casa
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Adivinanzas
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Solución pincha
aquí |
Puedo ser alegre o triste, según
quien me toque esté; con que me rasgues las cuerdas, buen sonido
emitré. |
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De teclas me compongo y buen
sonido mantengo; unas son blancas y otras de color negro
tengo. |
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Tiene la plancha arrugada y es un
gran soplador sentirás que mucho gime si le tocas un
botón. |
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Entre pared y pared hay una santa
mujer que con el diente llama a la gente, con las muelas a las
mozuelas, con los colmillos a los chiquillos. |
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Adivinanzas partes
del cuerpo
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Adivinanzas
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Solución pincha aqui |
Yo
fui tu primer sonido
cuando empezaste a hablar
y soy la primera letra
que en el alfabeto está. |
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En
Melilla hay tres,
en Madrid ninguna,
en Castilla dos
y en Galicia
una. |
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Casi
la lleva al principio,
pancarta a la mitad
y amanecer ya muy al
final. |
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Hermanas
gemelas son
y nunca las verás con sol. |
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Adivinanzas
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Solución pincha aquí |
Me
componen cuatro palos
impresos en cartulina.
Tengo reyes y caballos,
seguro que me adivinas. |
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Dieciséis
personajes,
con el rey y la reina,
se enfrentan a otros tantos;
si
juegas mal
te encontrarás perdido
y ganará el contrario! |
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Cuando
yo subo, tú bajas;
si tú subes, bajo yo;
a la misma altura nunca
podemos estar los dos. |
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Juegan
en la cancha
más altos que bajos;
meten la pelota
dentro de los
aros. |
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Tengo
cadenas sin ser preso,
si me empujas voy y vengo,
en los jardines y
parques
muchos niños entretengo. |
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ADIVINANZAS
Las soluciones están escritas con tinta invisible al pie de cada
adivinanza. Para poder verlas tienes que pasar el ratón con el botón izquierdo
apretado. Pero antes de leer la respuesta... ¡piensa un poco!
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A la izquierda nadie me quiere, a la derecha ¡quién me viere! En un
lado ni entro ni salgo, pero en el otro bien que valgo. (El cero)
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Con brazos sin ser persona, cuello sin ser animal, seguro que tú me
llevas, te toco sin hacer mal. (La camisa)
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Mi madre fue tartamuda, mi padre
fue buen cantor, tengo el vestido muy blanco y amarillo el corazón.
(El huevo)
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Es tan alto como un pino, pesa menos que un comino. (El humo)
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¿Qué se corta sin tijeras, sube
y no usa escaleras?
(La
leche)
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Más pequeña que un ratón, guarda mejor que un ratón. (La llave)
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Yo recorro el mundo entero, matando paso la vida; no soy un arma de
fuego ni soy un insecticida. (El matasellos)
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Parece una chimenea, y en la boca se menea. (La pipa)
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Vengo y voy, voy y vengo, y en el camino me entretengo.
(La puerta)
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Te la digo y no la entiendes, te la vuelvo a repetir, y por más que
te la digo, no me la sabes decir. (La tela)
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Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber
hablar. (La cama)
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En las manos de las damas a veces estoy metido, unas veces
estirado y otras encogido. (El guante)
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Pobrecito, pobrecito, todo el día sin parar y no sale de su sitio.
(El reloj)
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La tiene el pájaro y sirve para escribir. (La
pluma)
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Todos pasan por mí, yo nunca paso por nadie. Todos preguntan por
mi, yo nunca pregunto por nadie. (La calle)
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Grande, muy grande, mayor que la tierra, arde y no se
quema, quema y no es candela. (El sol)
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Vuela sin alas, silva sin boca, pega sin manos y no se toca.
(El aire)
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Aunque en el agua penetre, ni
una gota lo humedece. (El sol)
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¿Qué damas bonitas salen por las noches y al llegar la aurora en
alto se esconden? (Las estrellas)
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No ves el sol, no ves la luna, y si está en el suelo, no ves
cosa alguna. (La niebla)
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Negra friolera y luce a la espalda toquilla estrellera. (La noche)
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Dos hermanos sonrosados juntos
en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
(Los labios)
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Salgo sin pedir permiso, por
tristeza o por contento, los niños y las mujeres requieren más de mi
elemento. (Las lágrimas)
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¡San Francisco, San
Francisco, si te miro quedo bizco! (La nariz)
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Una señora muy exigente cada
cuatro horas quiere hincar el diente. (El
hambre)
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Tiene alas y no vuela, tiene
pies y no camina; no es ni bestia ni persona. A ver si tu la adivinas.
(La mesa)
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Salimos cuando anochece, nos vamos cantando el gallo, y hay quien
dice que nos ve cuando le pisan un callo. (Las
estrellas)
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